Cacaxtla, nombre
proveniente del vocablo náhuatl cacaxtli, que describe la canasta que se
utilizaba para transportar mercancías, destaca por la excelente
conservación de sus pinturas murales.
Cacaxtla fue un centro
ceremonial prehispánico y fue poblado por los olmecas-xicalancas del año
300 d.c. al 900 d.c., y sus años de esplendor fueron del 700 al 900
d.c., tras la decadencia de Teotihuacán. Actualmente Cacaxtla está totalmente cubierta por una moderna estructura metálica, a manera de techo, con una superficie de 13,545 metros cuadrados.
Se exponen los restos arquitectónicos de
lo que fueran varios edificios superpuestos, decorados con vestigios de
pintura mural. El asentamiento tiene una formación lineal, de
apariencia rectangular, con una clara orientación Sur-Norte.
Cacaxtla fue
redescubierta en 1975 por campesinos del pueblo de San Miguel del
Milagro, quienes, al labrar la tierra, encontraron un muro donde estaba
plasmado el rostro de un personaje, hoy conocido como El Hombre Ave.
Esta zona arqueológica, al igual que
varias en Mesoamérica, consta de varias etapas constructivas, en las
cuales, tras varias excavaciones, se han encontrado diversos templos,
recintos y patios. Algunos ejemplos son el Patio de los Rombos, cuyo
nombre surgió debido a los rombos que están enmarcados en la pared; el
Patio de los Altares, sitio en el que llevaban a cabo los sacrificios
dedicados principalmente a Tláloc, dios de la lluvia; la Plaza de las
Tres Pirámides, dedicada a las ceremonias religiosas, y La Celosía, una
habitación que alberga un talud tablero.
Una de las últimas construcciones de Cacaxtla
fue el Patio Hundido, cuyas cuatro escaleras están alineadas con los
cuatro puntos cardinales. también se erige el Templo de Venus y el
Templo Rojo, en los cuales se encuentran pinturas murales impactantes.
En Cacaxtla se puede
encontrar un sinfín de pinturas murales que hace cientos de años
adornaron todo el centro ceremonial, y que deben su grado de
conservación a la superposición de las estructuras. Los colores que
destacan en estas pinturas murales son el rojo, azul, amarillo y blanco.
En el Templo de Venus se encuentra el
Mural de Venus, donde se representa a dos personajes, uno femenino y
otro masculino, cada uno en una columna. Estas pinturas fueron las
últimas en ser descubiertas en 1984, cuando se estaban haciendo
excavaciones para colocar las columnas que sostienen la techumbre que
protege a Cacaxtla del sol.
En el mural del Templo Rojo se aprecia una pintura en la cual aparece únicamente un personaje humano, un anciano.
En el Edificio B se encuentra la pintura
más grande de todas, en excelente estado, el Mural de la Batalla, de 22
metros de largo, cuyo tema principal es el cazador contra la presa.
Más adelante se puede apreciar una
pintura mural que representa a dos sacerdotes gobernantes, un
hombre-aguila y un hombre-jaguar. Estas representaciones están
consideradas como las pinturas murales más antiguas que muestran la
figura humana como principal representación.
El auge pictórico de Cacaxtla se dio entre el 750 y 850 d.c. y combinó técnicas mayas y teotihuacanas.
Para llegar a Cacaxtla, desde la Ciudad de Tlaxcala, toma la carretera San Martín-Texmelucan, y desvíate en Nopalucan. Después sigue las señalizaciones hasta llegar a Cacaxtla.
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