Qué hacer en un aeropuerto durante una escala aérea

En 2009 viajamos a China desde Barcelona. Por aquella época, y tratándose de agosto, un vuelo desde aquí salía por algo más de 800€ (ida y vuelta), así que tuvimos que hacer algunos malabarismos para acabar pagando 450€. Cualquier vuelo desde Barcelona a Beijing tiene al menos 1 escala y los más baratos suelen tener incluso 2, así que decidimos hacer la primera escala por nuestra cuenta. Es decir; comprar un billete hasta Ámsterdam -y dormir allí- y comprar otro billete desde Ámsterdam hasta Beijing (150€ + 300€). De ese modo vimos Ámsterdam, ahorramos dinero y evitamos 24h seguidas de vuelos y aeropuertos. Lo que nadie nos quitó fue una escala de casi 4h en Sheremetyevo, aeropuerto de Moscú que fue considerado en su momento como el peor de Europa. En este artículo pretendo lanzar algunas sugerencias para afrontar escalas aéreas muy largas. Son bienvenidas las aportaciones.
Sala de espera del aeropuerto Londres Gatwick

¿Cuánto puede durar una escala aérea?
Las escalas más cortas de las que yo tenga constancia duran 50 minutos. Las más largas casi 24h.

¿Qué pasa con el equipaje?
Normalmente no podrás acceder a él. Si tus vuelos son con la misma compañía o incluso si son con compañías diferentes, pero de la misma alianza, ellos se encargarán de transportarlo al siguiente avión. Así pues: lleva en tu equipaje de mano lo que vayas a necesitar: cargadores, teléfonos, tablets, portátiles, libros, etc. En cualquier caso, consulta al facturar tu equipaje sobre cómo proceder en tu escala. En ocasiones sí tendrás que recogerlo y volverlo a facturar.

¿Puedo salir del aeropuerto durante una escala?
Depende del destino en el que te encuentres y tu lugar de residencia. Por ejemplo: si tienes pasaporte de la Unión Europea y tu escala es en una ciudad de la zona Schengen no tendrás problemas para salir y dar una vuelta o incluso alojarte en algún hotel hasta que salga tu próximo vuelo. Si el país donde haces escala requiere algún visado, tendrás que tenerlo previamente o adquirirlo en la aduana del aeropuerto si es posible. En Rusia, por ejemplo, no hubiéramos podido salir a dar un paseo. De todos modos, no es muy razonable ir demasiado lejos si tienes una escala de menos de 3h-4h. Así pues...

Qué hacer en el aeropuerto durante una escala

Conoce gente. Hablar con desconocidos suele ser un gran pasatiempo. En las zonas de tránsito de los aeropuertos no serás la única alma errante. Personas de tu propio vuelo o de otros vuelos estarán tan aburridas como tú y te asombraría saber lo abierta que está la gente a charlar en estas circunstancias. Por muy tímido/a que seas siempre puedes buscar una excusa para acercarte a alguien: "Perdona, ¿no sabrás dónde...", "¿no sabrás cómo...?", "¿no sabrás si aquí...?". Una vez establecido el primer contacto, si la persona es receptiva puedes continuar con algo tipo: "¿tú también vuelas a...?", "¿has volado ya alguna vez a...?", "¿venías también de...?". Da igual que sean preguntas chorras. Tres o cuatro de estas y quizá ya haya empezado una conversación sin comerlo ni beberlo. Por vergüenza que no sea.

Tómate algo. En los aeropuertos suele haber una amplia oferta de bares y restaurantes. Si es la hora de alguna comida ya habrás rellenado un buen espacio de tiempo. En caso contrario siempre puedes entrar a un bar y tomarte un café o una cerveza. O dos cervezas, o tres... quizá de este modo se facilite llegar al punto anterior.

Lee. Procura llevar contigo algún libro, revista, cómic o cualquier suerte de lectura que te pueda ofrecer horas de entretenimiento. O quizá puedas aprovechar para leer de cabo a rabo la guía de tu destino. Incluso podrías practicar algunas de esas frases útiles que vienen en un anexo y que nunca usamos... ni siquiera cuando serían útiles de verdad. Ahora que están de moda los MOOC también puedes aprovechar para imprimirte algunas lecciones y estudiar. Siempre es buen momento para enriquecerse. Si tienes eBook, Kindle o cualquier otro soporte electrónico no olvides cargarlo antes de volar, o al menos lleva contigo el cargador.

Escucha algo. Prepara tu móvil, mp3, iPod o lo que sea con una buena lista de reproducción. La gente suele pensar únicamente en música, pero en nuestros últimos viajes hemos descubierto que nos entretienen mucho más los podcasts, o sea: los audios de diferentes temáticas que la gente cuelga en internet. Os sugiero que echéis un vistazo a Ivoox y exploréis sus posibilidades. A nosotros, por ejemplo, nos gustan los audios de historia de Juan Antonio Cebrián. Duran entre 15 y 30 minutos y tratan sobre personajes o hechos históricos, narrado de una forma amena y apasionada. Pero hay muchos más temas, claro: actualidad, política, economía, ciencia, cotilleos, debates, etc. Es como escuchar la radio, pero de forma personalizada. También puedes buscar allí, o en otras webs, audioguías de tu próximo destino para ir abriendo boca.

Visiona algo. Igual que puedes escuchar, también puedes ver. Sólo necesitas un portátil, iPad o cualquier otro sucedáneo. Ver una película, una serie, un documental o lo que fuere consume batería, así que ya sabes. También puedes repasar tus fotos (si vas de vuelta), retocarlas, organizarlas o lo que te plazca.

Juega. Si te gustan los videojuegos no olvides cargar tu consola, iPad o lo que sea e incluirlo en tu equipaje de mano. Hoy en día estos dispositivos portátiles tienen todo tipo de entretenimientos y para todas las edades: puedes jugar al trivial, al parchís, a ejercitar la memoria, al ahorcado, al Mario Kart, al dichoso Apalabrados... malo será que no haya un juego a tu medida. Por supuesto, no están prohibidos los juegos de toda la vida (los que se pueden tocar, vaya), pero son más aparatosos.

Escribe. ¿No escribes desde que ibas al colegio? No importa. Empieza ese mismo día un diario en el aeropuerto. O quizá una bitácora de viaje. O tus memorias... puede ser terapéutico. O prueba con un relato. Hallarás allí mucha inspiración. Piensa que cada persona que ves tiene una historia detrás. ¿De dónde son? ¿A dónde van? ¿Por qué? Escribir sólo da pereza al principio. Si te animas te descubrirás a ti mismo 1 hora después totalmente absorto en tu mundo interior.

Haz compras. No soy nada entusiasta del "shopping", pero mucha gente aprovecha su paso por el aeropuerto para hacer compras. Por aquello del "duty free" muchas veces hay verdaderas gangas. Si dominas los precios de tu ciudad podrás comparar y ver si realmente te sale a cuenta ese perfume o esa ropa que tanto le gusta a tu madre. Si estás de vuelta de tu viaje, aprovecha para comprar algunos regalos de última hora. O compra simplemente una revista que te ayude a pasar el tiempo. Tú decides, faltaría más.

Conéctate a internet. Muchos aeropuertos tienen Wi-Fi gratis o lo tienen al menos durante un tiempo limitado. A veces en los bares o restaurantes tienen su propia red Wi-Fi o sea que conviene echar un vistazo. Hace un tiempo publiqué un listado con aeropuertos de Europa que ofrecen este servicio gratuitamente, pero me temo que el PDF original ya no está disponible. Aún así, podéis ver los más importantes. Recuerda llevar tu portátil o móvil cargado. Y si llevas el cargador, mejor. Siempre habrá alguna zona donde puedas enchufarlo.

Consulta los servicios del aeropuerto. No subestimes los servicios que puede llegar a ofrecer un aeropuerto. Consúltalos antes de partir o in situ y quizá te sorprendas. En Schiphol (Ámsterdam), por ejemplo, es posible encontrar un casino, dos hoteles, un centro de meditación, centros de spa y masajes, una capilla con servicios religiosos, una zona con libros y hasta un museo.

Duerme. Aunque no encuentres un hotel en tu aeropuerto, lo que es seguro es que encontrarás butacas, bancos, sillones o cualquier otra superficie que te permita dormir. No dejes tus objetos valiosos a la vista, átate al cuerpo la mochila, déjala en una taquilla o colócate frente a un control de policía... pero busca la manera de dormir si tienes sueño.

Muévete. Quizá no necesitas dormir. Quizá has estado ya durmiendo o simplemente demasiadas horas sentado. Aprovecha que los aeropuertos suelen ser infinitos para marcarte una buena caminata, estirar las piernas y curiosear un poco por aquí y por allá

Zona VIP. Si te lo puedes permitir, o si está incluido en tu billete, en la mayoría de aeropuertos puedes disfrutar de una zona VIP con asientos cómodos, aperitivos, televisión, prensa, etc. Si vuelas con frecuencia, si tienes dinero, o si te lo paga tu empresa... estás de suerte.

Haz escala en Milán. ¿Escala en Milán? Pues sí, desde hace poco existe un servicio llamado ViaMilano que ofrece todo un pack de comodidades para aquellos pasajeros que están en tránsito por el aeropuerto de Milán Malpensa o para aquellos que tengan allí su punto de partida/llegada. Para acceder a este pack sólo hay que registrarse en su web y reservar desde allí tu vuelo.
Web de ViaMilano

Digamos que vas de Barcelona a Dubái. ViaMilano te buscará un vuelo que haga escala en Milán y al reservarlo tendrás las siguientes ventajas a tu disposición:
* Seguro Gratuito AXA Assistance
* Servicio Drop Off (para tu equipaje)
* Servicio Fast Track (para evitar colas)
* 1h de Wi-Fi gratis
* Shopping Voucher (10€ de descuento en tiendas)
* Otros descuentos (Hotel, sala VIP, etc.)

Os lo explican mejor en este vídeo (en inglés):



Foto: Sala de espera del aeropuerto Londres Gatwick. Autor: Mirko Tobias Schaefer, vía Flickr.

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