Con los nuevos tijeretazos anunciados por el PP se hace un poquito más complicado nuestro día a día pues los recortes afectan esencialmente al ciudadano común (la Casa Real verá reducido su presupuesto en un 2% y la Iglesia Católica en un 0% frente al 21,9% de educación o el 15,7% de políticas sociales). Está claro que las soluciones para librarnos de la crisis, o al menos aliviar su impacto, no vendrán desde arriba. Por eso hoy hablaré de un tipo de viaje diferente: el viaje en transporte público. Y más concretamente de la iniciativa "T-11", que propuso en Barcelona la FAVB (Federació d’Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona).
La T-11 es una ingeniosa forma de ahorrar dinero en los viajes de TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona). En respuesta a la exagerada subida de tarifas del 1 de enero de 2012 (la T-10 subió 1€ y el viaje sencillo pasó de 1,45€ a 2€), la FAVB llamó a la colaboración ciudadana con la siguiente propuesta: darle nuestro título agotado a una persona que pueda beneficiarse del tiempo de transbordo que aún le queda. La T-10 es un título multipersonal que permite hacer 10 viajes. En cada uno de estos viajes podemos coger los 4 transportes públicos de Barcelona a la vez haciendo transbordos en un espacio de tiempo de 1h 15min. Es decir, podríamos coger el metro, luego el bus, luego el tranvía y finalmente el Cercanías o los Ferrocarriles (máximo de 3 transbordos) con un mismo viaje. Pero normalmente sólo usamos un viaje para un transporte. La idea de la FAVB es sencilla y no implica ningún sacrificio. En el momento de agotar nuestro último viaje aún tendremos -seguramente- un espacio de tiempo para hacer esos transbordos que nunca hacemos. Pero otra persona podría aprovecharlo en nuestro lugar, así que sólo se trata de darle algo que a ti ya no te sirve.
Un ejemplo práctico
Últimamente no me muevo mucho por la ciudad, pero el otro día tuve la oportunidad de compartir mi primera T-11. En el momento de entrar al metro mi T-10 sólo tenía 1 viaje. Lo gasté y me guardé la tarjeta. 20 minutos después estaba saliendo del metro. Teóricamente, si hubiera querido, podría haberme montado "gratis" en el bus o en el tranvía usando el mismo viaje. Pero no era mi intención, así que me dirigí a una parada cercana (en este caso de tranvía) y se la regalé a un hombre que quedó muy agradecido. Es curioso que otras dos personas la rechazaron y hasta me miraron raro. Supongo que no me expliqué muy bien o no conocían la iniciativa. En cualquier caso, si no te apetece entablar charla o no hay nadie en ese momento, la propuesta de la FAVB es clavar la tarjeta en la marquesina de la parada. Con un poco de suerte alguien la aprovechará.
Según la FAVB (podéis consultar el blog de la T-11 para más información) esta iniciativa podría generar más de 15.000 viajes gratuitos en Barcelona... cada día. Imaginad el ahorro que supondría. En tiempos en los que a uno le dan ganas de quedarse y pedir comida a domicilio Barcelona en vez de salir a cenar, propuestas como ésta le levantan a uno el ánimo. Ahora sólo hace falta un poco de colaboración. Si vives en Barcelona o en tu ciudad puede hacerse algo parecido, ya sabes. Echa una mano.
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