Mayapán, Uxmal y Chichén Itzá, conformaron una confederación conocida como la Liga de Mayapán, para controlar toda la península de Yucatán. Se mantuvo hasta que los gobernantes de Uxmal y de Chichén Itzá se dieron cuenta de que la idea de fondo de Mayapán era mantenerlos como rehenes. Entonces se rebelaron y rompieron esta alianza. Posteriormente, Mayapán atacó a Chichén Itzá, y por esta razón fue forzada a ser abandonada. En 1441 Uxmal atacó a Mayapán, quemaron edificios y mataron a toda la familia del gobernante.
El Templo Circular, cuyo exterior está
construido con piedra plana, tiene una altura aproximadamente de siete
metros. La puerta del templo, situada en el lado poniente del edificio,
da a un corredor de alrededor de un metro de ancho, y en el centro se
puede encontrar una masa sólida de piedra. Esta pirámide, al igual que
todas las de Mayapán, estaba cubierta con estuco y
tenía pinturas que la decoraban, hechas con colores azules, amarillos,
rojos y blancos. Ala fecha se pueden observar restos de estas pinturas
en la fachada del Templo Circular.
La pirámide es una réplica de la
Pirámide de kukulcán de Chichén Itzá; la única diferencia es que, aunque
tiene las mismas proporciones que la original, las dimensiones son
menores. Quetzalcóatl en la cultura mexica es el equivalente al dios
Kukulcán en la mitología maya. No era únicamente el dios del viento,
sino que también representaba el aliento vital que mantiene vivos a los
seres humanos. Al igual que en la de Chichén Itzá, en esta pirámide se
puede observar el descenso de la serpiente durante el equinoccio, aunque
no tan claramente debido al deterioro de la misma.
La Sala de los Frescos se ubica a un
costado de la plaza central. En esta sala hay murales, cuyo fondo es
rojo, y tienen una cenefa verde que rodea a dos personajes que aparecen
sosteniendo un estandarte circular con símbolos solares. Son una prueba
del contacto cultural que Mayapán sostenía con diversas ciudades del altiplano mexicano.
La Estela de Mayapán es
un piedra de dos metros de alto representa una ceremonia religiosa en
la cual un sacerdote habla con un hombre cuya actitud es la de
sacrificarse con una larga espina. Sobre esta representación se
encuentran símbolos cronológicos, y en la parte superior de la piedra
están grabados una serie de cuadros en los cuales los arqueólogos creen
que había otras pequeñas y sorprendentes piedras adheridas.
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