Entre sus aires de ayer y un presente con propuestas turísticas más modernas, Acapulco se mantiene en el gusto del viajero.
La naturaleza privilegió a Acapulco
con dos bahías espectaculares: Santa Lucia y Puerto Marqués, ambas
poseedoras de bellezas naturales excepcionales, como acantilados y
playas de arena dorada. Algunas de suave oleaje y otras, perfectas para
los deportes acuáticos más emocionantes. Por otro lado, se encuentra el Acapulco vanguardista, con hoteles de estreno, lujosas playas y una arquitectura más pro-positiva.
Al amanecer vale la pena partir hacia
Puerto Marqués, una pequeña bahía rodeada de montañas cubiertas de selva
tropical de maderas preciosas. Aquí se encontró la cerámica más antigua
de México, y se dice que era refugio de piratas. Algunos la consideran una pequeña réplica de la bahía de Acapulco. Es famosa también por las imponentes casonas de playa ubicadas en el llamado Acapulco
Diamante, que pertenecen a famosas personalidades del mundo político y
artístico y porque cada año, aquí se realiza un torneo anual de pesca
deportiva del pez vela durante el mes de marzo. Tiene dos playas:
Majahua y Pichilingue, perfectas para que practiques la pesca deportiva,
el veleo, el buceo y el esquí acuático. Su arena es dorada y fina, y
sus aguas cristalinas y azuladas le dan un toque mágico. Al mediodía,
los restaurantes de playa ofrecen huachinango al mojo de ajo, pescado
frito y coctel de camarones.
A 27 kilómetros de Acapulco
se encuentra Barra Vieja, un místico lugar donde el mar se une con la
laguna de Tres Palos, sitio ecológico rodeado de manglares y vegetación
tropical. La playa es de arena muy fina, ideal para los niños. Desde
aquí te sugerimos hacer un viaje en lancha por los manglares para
admirar la gran diversidad de aves que habitan en ellos, o rentar un
caballo para pasear mientras se aprecian el atardecer.
La extensión de las playas de Acapulco,
desde barra Vieja hasta Pie de la Cuesta, es de 20 kilómetros, y recibe
5 millones de turistas anualmente. Los lugareños lo han dividido en
tres partes: Acapulco Tradicional, Acapulco Dorado y Acapulco Diamante.
El litoral de Acapulco mide 5 kilómetros de Este a Oeste y 3 kilómetros de Norte a Sur, y tiene una profundidad de 45 a 60 metros.
En el centro turístico conocido como Acapulco
Diamante, se encuentran Playa Larga y Playa Bonfil, antiguamente un
pequeño pueblo de pescadores que con el paso del tiempo se dedicaron al
comercio y la elaboración de artesanías de coco y conchas de mar. Aquí
en Playa Larga puedes disfrutar un paseo a caballo y practicar el surf
en sus aguas, que miran directamente a mar abierto: además en este sitio
se localizan cuatro campamentos tortugueros donde estas especies llegan
con la primera lluvia de octubre.
La Isla, es un centro comercial ubicado
en Playa Diamante, abierto en 2008. Cuenta con 144 boutiques de marcas
renombradas, como Lacoste, Tommy Hilfiger y Prada. El complejo alberga
también el AquaPlanet, centro de entrenamiento acuático para toda la
familia, una gran alberca con delfines, un resort y residencias de lujo.
Asimismo, le rodean 275,000 metros cuadrados, incluyendo residencias de
playa en la parte delantera, todo ubicado en un trasfondo natural.
Te recomendamos visitar el Museo
Histórico Fuerte de San Diego, construido en 1616 para defender al
puerto de los ataques de los piratas. Cuenta con 12 salas de
exposiciones permanentes sobre la historia de Acapulco, y por la noche ofrece un show multimedia que narra con luz y sonido pasajes sobre su historia.
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