Tequisquiapan es un
pueblo famoso por sus quesos, muebles de mimbre y hermosas plazuelas,
pero también, sorpresivamente, ofrece la oportunidad de volar por las
mañanas en globo aerostático y disfrutar al mediodía de las minas de ópalos más importantes en el país.
El vuelo en globo aerostático, no dirigible, inicia desde el globopuerto de Tequisquiapan
a las 06:15 de la mañana, en compañía de un piloto certificado. No se
recomienda más tarde, ya que al salir el sol se calienta el viento y las
corrientes de aire son más fuertes. El recorrido es de entre 45 y 60
minutos, y en la ruta se pueden observar Tequisquiapan,
la Peña de Bernal y diversos cerros y presas queretanas. La altura
máxima que alcanza es de 500 metros. Hay tres diferentes tamaños de
globos, para dos, cuatro y ocho personas.
La explotación de las minas de ópalo es
una labor que depende mucho de la suerte y la pasión del minero que sepa
buscar, entre las vetas de cuarzo, el rastro de los ópalos. Este
mineral formado por silicatos, hierro, zinc, aluminio, manganeso y agua
hace muchos millones de años, funda su valor en la iridiscencia de todos
los colores del arco-iris en su transparencia. Ésta mina posee una
belleza geológica inusual, y es asombroso descubrir, entre los
fragmentos de mineral, el brillo de algún pequeño ópalo.
A todos los visitantes se les provee con
martillo y mazo para picar la roca y empezar la búsqueda del mineral
para que lo puedas llevar de recuerdo. Recomendamos realizar esta
actividad posterior a tu vuelo en globo por Tequisquiapan.
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