Benito Juárez (1806 – 1872), presidente de México
entre 1858 y 1872, es un héroe nacional -quizás el más importante de
todos-; también fue un reconocido y honorable masón, siendo en la
actualidad un icono y ejemplo para la masonería mexicana, como también
para latinoamérica.
No hay un sólo poblado en México
que no tenga una calle, colonia o un monumento dedicados a su memoria,
por su importante labor y trayectoria que ha dejado para muchos en
latinoamérica.
El Hemiciclo a Juárez
data de 1910 y está ubicado sobre el ala Sur de la Alameda Central, en
la avenida que lleva el nombre del prócer. El diseño del Hemiciclo a Juárez
fue hecho por el arquitecto Guillermo de Heredia, a base de un
semicírculo descubierto, en cuyo centro se colocó la estatua sedente del
presidente Benito Juárez; tallada por el escultor
italiano Lazzaroni, que también realizó las figuras del ángel coronante,
la justicia con la antorcha de gloria y el par de leones al pie del
gran pedestal que contiene a las anteriores. El Hemiciclo a Juárez está fabricado con mármol blanco de Carrara, Italia.
El Hemiciclo a Juárez,
es un lugar de reunión obligado para los paseantes y, durante mucho
tiempo, ha sido punto de llegada de manifestaciones políticas y espacio
de mítines y otras expresiones sociales, porque el legado de Benito Juárez representa los ideales de México que con singular tenacidad él supo defender.
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