El valle y pueblo de Cuatro Ciénegas
se encuentra en el fondo de una cuenca rodeada por las cordilleras de
la Menchaca, la Fragua, la Madera, San Marcos y Pinos, que conforman
parte de la Sierra Madre Oriental. Su peculiar situación geográfica ha
favorecido a lo largo del tiempo el aislamiento y protección de la flora
y fauna. El precursor de Cuatro Ciénegas fue el
estadounidense W. Minckley, quién hace más de 25 años descubrió peces y
caracoles en las lagunas, y dunas cuyo yeso era de los más puros hasta
entonces vistos.
Este destino pertenece a la ecoregión
del Desierto de Chihuahua, y alberga más de 200 pozas, ríos y lagunas
que esperan ser visitas todos los días del año.
La Poza Azul
La más pura y de mayor riqueza de flora y
fauna endémica de la región. Tiene una profundidad de 5 metros en su
punto más hondo con una temperatura promedio anual de 30º Celcius.
Podrás apreciar que su agua es completamente cristalina, con tonos
turquesa y zafiro. Un mineral color azul en el agua produce esa gama de
tonos caribeños, como si se estuviera en Cancún.
El agua entra por una cueva subacuática y
sale por otra, siempre renovada. Aquí encontrarás a la tortuga bisagra.
Es considerada la más primitiva en su tipo, además de ser la única
acuática de las cuatro especies que viven en la zona. Tiene como
característica principal una articulación en la parte ventral de la
primera placa lateral, que le permite, al retraer su cabeza y sus patas,
cerrar en forma hermética su caparazón, el cual es de color café
verdoso oscuro.
La Poza Azul, se localiza a 16 kilómetros del poblado de Cuatro Ciénegas, por la carretera 30.
Flora y Fauna
Cuatro Ciénegas es
hogar de más de 75 especies endémicas de plantas, cactus y animales como
la lagartija dorada, el pez ciego, la tortuga bisagra y la tortuga de
concha blanda de color blanco. Además, habita en el lugar flora como
candelilla, guayule, lechuguilla, gobernadora y palma; en la parte alta
de las sierras abundan especies de árboles maderables. Entre las
especies animales destacan los venados, osos, coyotes, gatos monteses,
asi como zorras, tlacuaches, liebres, conejos, jabalíes, comadrejas,
tejones, reptiles y arácnidos.
Las Dunas de Yeso
Es uno de los parajes más insólitos del
valle. El suelo de esta zona -donde puedes encontrar pequeñas huellas de
animales roedores y reptiles- está compuesto por una especie de arena
muy blanca, fina, cristalina; en realidad se trata de cristales de
sulfato de calcio -yeso en su estado más puro-. La historia señala que
cuando el Mar de Tetis desapareció, quedaron lagunas cuyas aguas se
evaporaron con el correr de los siglos. Sin embargo, el yeso (sal
pesada) permaneció, depositándose y formándose las dunas. Hay decenas de
éstas, en hondonadas, así como “esculturas naturales de yeso”.
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