Para los amantes de la adrenalina, Tequesquitengo, con su hermoso lago ofrece una experiencia sin igual bajo el agua.
A lo largo del litoral de Tequesquitengo
se puede bucear arqueológicamente con guías expertos en la materia. Lo
que te espera en el fondo del lago no tiene comparación: restos del
antiguo pueblo, en la época colonial, de San José Tequesquitengo, que permanece bajo el agua, luego de que el nivel del lago subiera hasta donde se encuentra ahora.
La historia de Tequesquitengo,
señala que a mediados del siglo XIX, los propietarios de la Hacienda
San José Vistahermosa; los hermanos Miguel y Leandro Mosso, fueron
convirtiendo todos los terrenos del pueblo disponibles, en tierras de
riego para siembra de caña de azúcar. Al desviar los achololes (agua
sobrante de los riegos de los campos de caña) hacia el valle, se aumentó
el volumen de agua del espejo que se transformó en el lago de Tequesquitengo,
a tal grado que los habitantes del poblado tuvieron que irse a vivir a
zonas más altas, pues para 1865, el agua llegó a cubrir totalmente la
torre del templo católico.
El lago de Tequesquitengo
tiene una cuenca cerrada de 28 kilómetros cuadrados, con una superficie
de inundación de 8 kilómetros cuadrados. Geológicamente es un fosa
tectónica de más de 130 metros de profundidad.
Para llegar a Tequesquitengo
desde Cuernavaca, toma la carretera libre de Cuernavaca hasta el
entronque con Puente de Ixtla, continúa hasta el entronque con Tequesquitengo y seguir hacia el pueblo. La distancia total es de 42 kilómetros.
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