El Gran Buda de Leshan (también conocido como Buda Gigante o Dafo de Leshan) es sin duda una de las esculturas que más sobrecogen a los viajeros que se aventuran a conocer el interior de China. Nosotros lo visitamos en 2009 y es una de las imágenes que más recordaremos. Con sus 71 metros, este enorme Buda protege desde el 803dC a las embarcaciones que pasan por la confluencia de los ríos Min, Dadu y Qingyi. Hoy es una de las principales atracciones turísticas de la provincia de Sichuan y forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Historia
La idea de construir el Gran Buda de Maitreyu que hoy podemos contemplar se le ocurrió al monje Haitong allá por el 713dC. Las peligrosas corrientes en la confluencia de los ríos hacían naufragar a muchas embarcaciones y las crecidas de los caudales inundaban con frecuencia las poblaciones cercanas. Su propuesta de construir un gran símbolo sagrado que protegiese la zona fue aceptada por los gobernadores de la época y se recaudaron fondos públicos para que él mismo y sus discípulos empezasen la obra. Cuentan que las autoridades, dudando de su honradez, le amenazaron con quemarle los ojos si no reducía los elevados gastos de la construcción, a lo que el monje respondió sacándoselos él mismo. Leyenda o realidad, lo cierto es que el Gran Buda no pudo terminarse hasta mucho tiempo después de su muerte, pero seguro que habría estado orgulloso de su gran proyecto. No sólo por la belleza del resultado final, sino porque los escombros sirvieron para rellenar el lecho del río y alteraron las corrientes evitando aquellos males que él había soñado reparar. Hoy en día su estado de conservación es óptimo gracias a las diversas restauraciones a las que se le somete cada década.
El Gran Buda de Leshan se encuentra en el monte Lingyun, frente al famoso monte sagrado Emei y la localidad de Leshan. La visita a la escultura puede hacerse en una jornada desde Chengdu (145km, unas 2 horas en bus). Una vez en la ciudad podemos optar por acercarnos hasta los pies del Gran Buda en barco o coger otro bus que nos deja en la entrada del enorme recinto donde podremos hacer la visita y pasar el día. Hay dos entradas: una para ver sólo el Buda desde abajo (7€) y otra para visitar todo el recinto (12€), pudiendo así recorrer las escaleras que bajan desde la cabeza hasta los pies. El Gran Buda ya justifica de sobra la excursión, pero el monte Lingyun está salpicado por otras muchas esculturas de Buda en la piedra -incluyendo un enorme Buda tumbado no tan conocido-, unas tumbas de la dinastía Han, un museo y el coqueto Puente Haoshang. Elija lo que elija el viajero, no quedará decepcionado.
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Apuntes desde China (nuestro blog inacabado)
Fotos: Lupe M. © 2011 (1) Cabeza del Gran Buda (2) Pies del Gran Buda (3) Puente Haoshang
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