Manzanillo ofrece los
encantos tradicionales de la costa mexicana. Aún conserva el glamour que
gozó en la década de los 70, cuando su combinación de arena dorada y
mar tibio era la favorita de aristócratas y estrellas de cine.
Como puerto, Manzanillo
presenta un folklore fascinante. En su pequeño centro histórico, al
igual que en sus playas más típicas, se preserva una vitalidad poco
común en los rincones turísticos del Pacífico.
Asimismo, brinda la exquisita
sofisticación de hoteles y la sobrecogedora hermosura virginal de Playa
de Peña Blanca. Y debido a que se trata del puerto comercial más
importante de la región, Manzanillo tiene también una vivacidad inusitada.
Peña Blanca
El recorrido a Playa de Peña Blanca se
puede hacer en cuatrimotos, a pesar de estar lleno de adrenalina,
resulta una experiencia que culmina abrumando por su belleza. El
avistamiento de la pequeña isla de piedra desde la orilla del litoral
virgen es uno de los paisajes más hermosos de la región. Puesto que toma
un par de horas llegar a ese punto, se recomienda partir a primera hora
del día. Las motos son proporcionadas por una agencia de turismo, el
cual su recorrido se hace en grupos de alrededor de seis u ocho
personas, coordinadas por dos guías que conducen la exploración.
Comienza en los sinuosos resquicios de la selva y llega hasta la cima de
la montaña La Vaca, desde donde se inicia el descenso hasta la playa
que pasa por manglares y pantanos.
Centro Histórico
El camino de las playas de Manzanillo
al Centro Histórico pasa por el enorme puerto comercial, hasta
desembocar en el Malecón Espíritu Santo, remodelado hace un par de años.
El nombre del malecón obedece al del barco español que conquistó Manzanillo
el 24 de julio de 1527. Entre las esculturas que adornan el paseo,
destaca la del Pez Vela, una inmensa instalación azul creada por el
artista Sebastián. Se recomienda pasar una tarde cerca del quiosco
frente a la escultura, tomando café o gelato mientras se escucha algo de
los conciertos gratuitos que organiza el municipio.
Las Hadas
El complejo residencial y hotelero de Las Hadas ha sido, desde su fundación en 1974, el icono emblemático de Manzanillo.
Edificaciones blancas estilo morisco, construidas por el arquitecto
español Jose Luís Esquerra, integran este resort que vale la pena
visitar aunque uno no esté hospedado ahí. Su estilo mediterraneo,
complementado por su pequeña playa privada, le valió el apodo de El
Palacio Blanco del Pacífico poco después de ser inaugurado. Las Hadas,
nombrado así debido a las leyendas de los conquistadores españoles que
creían ver seres mitológicos en esta parte de la costa, sirvió como
escenario de la cinta 10: “La Mujer Perfecta”, estelarizada por Bo
Derek. Desde entonces, artistas y aristócratas han visitado el lugar.
Aún queda mucho del glamour de aquellos
tiempos en el lugar. Siguiendo esta tradición, la decoración de las
instalaciones es lujosa y los tres restaurantes con los que cuenta
ofrecen alta cocina internacional, con ingredientes locales.
Playa de La Boquita
El kilómetro de extensión de Playa La
Boquita está repleto de pequeños restaurantes que crean una gastronomía
auténticamente local. Los ingredientes, pescados a unos metros de los
pintorescos comedores instalados en la arena, son preparados con recetas
mexicanas. Se recomienda ir a comer temprano, pues en fin de semana se
llena de locales. La playa frente a los restaurantes es de arena oscura,
debido a que es en parte tierra volcánica desprendida de las regiones
aledañas al volcán Nevado de Colima.
Playa de La Audiencia
Al final de la península de Santiago se
halla esta playa pública, mejor conocida por los recorridos en barco que
parten desde ahí. El pago del recorrido, que dura de tres a cuatro
horas, incluye cerveza gratis y culmina con una práctica de buceo frente
a la playa La Boquita. A pesar de que abundan los tours guiados de
buceo, no hay fauna acuática en abundancia como en otros destinos
turísticos. Se recomienda mejor visitarlas para nadar, aprovechando que
se trata de una bahía pequeña y cerrada, y por lo tanto su oleaje es
mínimo.
Playa Miramar
Los atardeceres de Playa Miramar. Cerca del Mercados de Artesanías, son los más imponentes de Manzanillo.
Esta playa -la más larga del municipio- es la más concurrida por
turistas. Sin embargo, debido a su extensión, pocas veces está llena.
Conviene ir al atardecer y aprovechar la cercanía con el mercado para
hacer un recorrido a pie.
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